Este festival fue iniciado en 1964, para recuperar y visibilizar expresiones y danzas locales que recrean la vida campesina. La figura principal es la del danzante que baila llevando en alto una armazón que representa al toro, sacando lances ante mujeres en polleras y la reina del festival, a ritmo del tambor antonero y del sonido del almirez. Otras representaciones y danzas son la vaca encutarrá, la tuna de agua o mojadera con totuma, el enfrentamiento de toros guapos, los concursos de habilidades domésticas como pelar coco, cargar agua, rajar y cargar leña, además de los concursos de danzas, toque de instrumentos musicales tradicionales, reinado y cabalgata. Al desfile final traen como invitados a los diablos limpios o de espejos de Antón y otras danzas invitadas, además de grupos de tamboritos y carretas. La venta de comidas resalta la gastronomía local así como el uso de sus indumentarias regionales como la pollera antonera.
Este festival tiene como propósito salvaguardar las danzas tradicionales asociadas a la recreación de juegos y danzas sobre la ganadería, las tonadas de los tamboritos de antaño y en general las tradiciones campesinas del distrito de Antón. Mantener viva la tradición de las manifestaciones culturales es uno de los principales objetivos de la región antonera. Es un festival que impulsa el sector económico con la venta de artesanías, la gastronomía variada de dulces, conservas, mermeladas, sopas y carnes, así como los negocios de hoteles, restaurantes, fondas y puestos locales